Historias que inspiran: comienzos reales
Lucía empezó porque atarse los cordones le costaba. Con flujos de 12 minutos, en tres semanas tocó sus espinillas sin dolor. Lo mejor: menos tensión al cargar a su hija. ¿Te identificas? Cuéntanos tu pequeño gran motivo.
Historias que inspiran: comienzos reales
Ocho horas sentado y cuello rígido. Jorge practicó tres rondas de saludo modificado en la pausa del café. Descubrió que estirar no lo cansaba, lo aclaraba. Ahora invita a su equipo a moverse dos veces por día.